La realidad virtual inmersiva encarnada como herramienta para prevenir la violencia contra la mujer en Europa, Australia y EE.UU

27.12.2023

En Europa, Australia y EE. UU esta tecnología inmersiva no solo se usa hace algunos años, sino que se ha incorporado a las políticas públicas en programas de prevención y rehabilitación en hombres con antecedentes de violencia doméstica.

VRespect.Me, una investigación financiada por la UE utilizó la realidad virtual inmersiva y, demostró que, a través de la encarnación, un agresor puede ver, oír y sentirse como una víctima de violencia doméstica y gracias a esa experiencia cambiar su perspectiva, tomar conciencia del daño que ejerce en la otra persona, empatizar y cambiar su conducta con apoyo psicológico.

Según las investigaciones de la neurociencia y la psicología clínica al cambiar la perspectiva de una persona agresiva a través de la realidad virtual, ésta puede modificar drásticamente su forma de reconocer emociones, como el miedo. Esto ayuda a desarrollar la empatía y a aprender nuevas estrategias de comportamiento relacional.

Hasta ahora la realidad virtual inmersiva encarnada es la única capaz de inducir cambios de comportamiento y actitud con respecto a la violencia de pareja al crear conciencia, mejorar la empatía hacia las víctimas y fomentar comportamientos no agresivos con la ayuda de un trabajo psicológico.

Mavi Sánchez-Vives. Doctora en Neurociencia, es profesora de investigación ICREA en el Institut d'Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer, jefa del grupo de Neurociencia de Sistemas. Codirectora del Event Lab (Entornos Virtuales Experimentales en Neurociencia y Tecnología) y profesora adjunta del Departamento de Psicología Básica de la Universidad de Barcelona. Experta en las propiedades neuronales y de red que determinan la actividad emergente del cerebro, en la neurotecnología, la neuromodulación y las bases de la conciencia. Ha investigado por años el uso de la realidad virtual en la neurociencia y sus aplicaciones, con más de 150 artículos científicos es líder en este tema. En sus investigaciones ha detectado que los actos violentos perpetrados contra otras personas están relacionados con la falta de empatía o con una dificultad del agresor de ponerse en la piel de la víctima. Y han demostrado tener dificultades para identificar emociones como el miedo.

Investigación

Un estudio publicado en Scientific Reports constituye un nuevo enfoque en el estudio de la empatía y la agresividad en personas violentas, ya que permite a los participantes experimentar en primera persona una situación violenta virtual desde la perspectiva de la víctima. El trabajo se basa en estudios en los que gracias a la realidad virtual inmersiva los participantes perciben un cuerpo virtual que sustituye su propio cuerpo. "Los cuerpos virtuales pueden ser drásticamente diferentes de los del participante, pero, aun así, experimentan una fuerte ilusión subjetiva de propiedad del cuerpo virtual. Estas ilusiones influyen en el participante alterando percepciones, actitudes y comportamientos", explica Mavi Sánchez Vives.

El principal objetivo del estudio fue investigar algunos de los mecanismos de un tipo concreto de comportamiento violento: la violencia doméstica. Los investigadores analizaron el impacto de esta realidad virtual inmersiva en el reconocimiento de las emociones en dos tipos de personas, maltratadores y controles. Antes y después de la sesión de realidad virtual, los participantes, 20 maltratadores y 19 controles, completaron un test de reconocimiento emocional para determinar si la experiencia cambiaba su percepción y empatía.

En la sesión, los participantes entraban en un entorno virtual en el que su cuerpo se sustituía por el de una mujer virtual y pasaban por un proceso de asimilación e identificación de su yo virtual. Desde esta perspectiva, veían a un hombre virtual entrar en escena y mostrar un comportamiento violento, tanto por los gestos como por la forma de hablar, y que invadía, de forma progresiva, el espacio personal de la víctima. "El ambiente es interactivo ya que el abusador virtual mira a la cara del participante gritando "¡Cállate!" si habla, o "¡Mírame!" si mira hacia otro lado", explica Mel Slater, co-autor del estudio.

Los resultados del estudio demuestran que los maltratadores tienen una capacidad significativamente inferior que los controles para reconocer el miedo en la cara de las mujeres. "Después de meterse en el cuerpo de una mujer, a través de la sesión de realidad virtual, mejoraba la capacidad para reconocer ese miedo", explica Sofía Seinfeld, coautora del artículo.

"En este trabajo demostramos, por primera vez, que, cambiando la perspectiva de personas agresivas a través de la realidad virtual inmersiva, se puede modificar procesos como el reconocimiento de las emociones, que se cree que están detrás de esta forma específica de violencia", explica Mavi Sánchez Vives, coordinadora del estudio.

Referencia del estudio: Offenders become the victim in virtual reality: impact of changing perspective in domestic violence. Seinfeld S, Arroyo-Palacios J, Iruretagoyena G, Hortensius R, Zapata LE, Borland D, de Gelder B, Slater M, Sanchez-Vives MV. Sci Rep. 2018 Feb 9;8(1):2692. doi: 10.1038/s41598-018-19987-7.

En Chile, la empresa Virtual Brain sobre la base de experiencias en España, Reino Unido, Australia, Estados Unidos, Francia, Países Bajos y Canadá está desarrollando sus propios escenarios de realidad virtual inmersiva con apoyo de profesionales del área de la salud, para que estas nuevas tecnologías puedan ser conocidas en nuestro país e incorporarse en programas de prevención contra la violencia y discriminación contra las mujeres en distintos ámbitos.

Alcances de la Realidad Virtual en el mundo

En Australia y EE. UU, por ejemplo, la realidad virtual inmersiva encarnada se usa en las capacitaciones de los uniformados para prevenir el acoso sexual y la discriminación. En Canadá y en Malasia por ejemplo se usa para prevenir el acoso laboral y sexual en el trabajo, con el reconocimiento de la OIT. En el Reino Unido y España se usa para combatir el acoso escolar o Bullying trabajando con los agresores, las víctimas y los testigos. Además de usarse en la generación de empatía para favorecer la inclusión de personas con capacidades diferentes en ámbitos laborales.

Asimismo, esta herramienta se ha incorporado en políticas públicas, campañas de difusión y programas de capacitación para sensibilizar a jueces, fiscales, policías y funcionarios públicos que reciben las denuncias por violencia y agresiones sexuales para hacer realidad la perspectiva de la víctima y contrarrestar los sesgos y barreras culturales que impactan negativamente en el acceso de las víctimas a la justicia.